Las barreras que enfrentan los débiles visuales en México.

Considerada por organismos internacionales como la segunda discapacidad más inhabilitante en nuestro país, la ceguera o debilidad visual afecta a 467 mil personas en México. Esta discapacidad se origina principalmente por factores de edad avanzada, enfermedades, males congénitos y accidentes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cerca de 600 millones de personas en el mundo sufren alguna discapacidad visual, mental, motriz, auditiva o de lenguaje. En México, cifras oficiales indican que un millón 795 mil personas, es decir, 1.8% de la población nacional, tiene alguna discapacidad, pese a que estimaciones internacionales señalan que al menos 10% puede estar afectado por alguna limitación física.

Al respecto, INEGI señala que 51.7% de la población con discapacidad visual de 6 a 29 años de edad no asiste a la escuela, mientras que 32.2% del total de las personas ciegas o débiles visuales en México es analfabeta. Los resultados tras los censos indican que a medida de que aumenta la edad, disminuye la posibilidad de continuar con una educación académica, pues a pesar de que 83.6% de los menores entre 6 y 9 años asiste a la escuela, sólo 41.7% de los adolescentes entre 15 y 19 años sigue estudiando, mientras que 6.5% de la población entre 25 y 29 años se encuentra en las aulas.

El abandono escolar por falta de recursos económicos y la necesidad de trabajar, es uno de los factores más frecuentes para que las personas con discapacidad no alcancen mejores logros educativos, ya que apenas 6.8 por ciento de esta población logró concluir la educación básica, 5.3% tenía educación media superior y 3.9% superior o posgrado.

En el campo laboral 32% de las personas ciegas o débiles visuales mayores de 12 años en México se encuentran económicamente activos. Sin embargo, la distribución del empleo por género señala que existe una disparidad en el número de puestos de trabajo otorgados a los hombres, quienes tienen una participación laboral casi tres veces superior que la de las mujeres. Las actividades laborales que realizan indican que sólo 1.9% son profesionistas; 2.2 técnicos especializados; 1.2 funcionarios públicos y gerentes del sector privado; 5% oficinistas; 5.3 trabajadores domésticos; 6 por ciento empleados en servicios; 16. 6 vendedores dependientes y ambulantes; 19.2 obreros y artesanos; y 26.6% agricultores.

Por lo que respecta a su posición laboral, 42 por ciento son empleados u obreros; 34.9 trabaja por su cuenta; 10.8 son jornaleros y 6.6 por ciento es considerado trabajador sin pago, mientras que sólo 2.2 por ciento es patrón. Ello se relaciona con el hecho de que 24.3% de quienes padecen una discapacidad visual y cuentan con un empleo perciben menos de un salario mínimo; 27.5 de uno a dos salarios; y 4.2% de cinco a diez salarios.

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